1. Castell de Sant Ferran (Figueres)

Es la fortaleza más grande del siglo XVIII de Europa. Situada sobre una colina y ocupa una superficie de 32 hectáreas con un perímetro de 3.120 metros.

Debido a sus dimensiones, las visitas que se realizan al Castillo de Sant Ferran se agrupan en dos bloques: unas se realizan en el Recinto Interior y otras por el Exterior y los Espacios Subterráneos.

2. Aiguamolls de l’Empordà

El parque natural dels Aiguamolls de l’Empordà tiene una superficie aproximada de 4.722,7 hectáreas, de las cuales unas 824 son reserva natural integral estrictamente protegida. El Parque está situado en la comarca del Alt Empordà y lo conforman diferentes municipios como Castelló d´Empúries y Sant Pere Pescador.

Está abierto cada día de 9:00 h a 16:00 h en invierno y de 9:00 h a 18:30 h en verano y dispone de dos zonas visitables: el itinerario que sale del Cortalet y el de Vilaüt. Los dos recorridos os permitirán ver una gran diversidad de fauna y así como hacer numerosas paradas para contemplar el fabuloso paisaje que se presenta.

3. Ruta del “Petit Príncep” a l’Escala

En el paseo de Riells de l’Escala encontramos varios elementos del cuento de Saint-Exupéry: el asteroide B-612, los tres volcanes del planeta, los baobabs y su rosa, el Zorro y asentado sobre un muro de piedra con el Mediterráneo de fondo lo encontramos en él: el Principito. Una ruta que os recordará que un día vais a ser niños y niñas y donde los más pequeños podrán disfrutar de la magia de este cuento.

4. Lago de Banyoles y Parque de la Draga

Podéis hacer la vuelta en l’Estany de Banyoles a pie o bien en bicicleta. El camino es llano y fácil, tanto para adultos como para niños y la duración caminando es de unas 2 horas y 30 minutos. Si hacéis la vuelta entera, pasaréis por el Parque de la Draga, donde hay los yacimientos neolíticos que podéis visitar también.

5. El volcán del Croscat (Olot)

Croscat está ubicado entre los municipios de Santa Pau y Olot, se trata de uno de los volcanes más grandes de la península de su categoría y lo más curioso es que podemos ver su interior. La mejor forma de visitar el Volcán del Croscat es haciendo una excursión a pie de 2,9 km (una hora aproximadamente y sin desniveles) apta para todos los públicos. Muy recomendable para disfrutar también del paisaje de la Garrotxa de los alrededores.